1) Panel solar fotovoltaico
Lo que debemos saber es que un panel solar está formado por un conjunto de células solares y estas son las encargadas de transformar la luz del sol en energía eléctrica.
Se debe tener en cuenta que el voltaje proporcionado por las células solares es siempre bastante regular y lineal, sin embargo, la corriente suministrada depende de la intensidad de la radiación solar. Por tanto, el rendimiento que proporciona un panel solar dependerá en gran medida de la incidencia de la radiación solar, siendo diferente según la hora del día y época del año.
A la hora de calcular el tamaño y rendimiento de una instalación tenemos en consideración factores como zona geográfica, orientación y ángulo del tejado.
2) Inversor solar
La corriente eléctrica que generan los paneles fotovoltaicos no es la corriente que utilizamos normalmente en casa ni la que circula a través de la red de distribución eléctrica. Los paneles fotovoltaicos producen corriente continua, mientras que los equipos que utilizamos funcionan en corriente alterna, por lo que necesitamos el inversor para transformar la corriente continua producida por los paneles en corriente alterna lista para que podamos utilizarla en casa o para que se pueda inyectar a la red eléctrica en el caso que no la podamos consumir.
3) Protecciones eléctricas
Las protecciones eléctricas que se instalan, tanto de Corriente Continua (CC) como de Corriente Alterna (CA), son los encargados de proteger no solo a tu instalación contra sobrecargas o sobretensiones, sino también a los usuarios de esta contra cualquier contacto indirecto.
4) Monitorización
Todas las instalaciones deben contar con una monitorización completa, tanto de la producción de la instalación solar como del consumo energético de la instalación existente.
Estos sistemas miden simultáneamente la producción y el consumo, de modo que son capaces de conocer la cuota de autoconsumo obtenida además del rendimiento del conjunto a través de la web o de una APP.
5) Baterías
Las baterías son un elemento que siempre encarece la instalación, por eso hay que tener en cuenta que propondremos su instalación siempre que las características de consumo así lo requieran.
Existen muchos tipos según su tecnología, tamaño etc., pero para aplicaciones de autoconsumo, aunque el coste inicial es superior, nos centraremos en baterías de Litio (Li-ion) tanto por su alta eficiencia (98%) como por su resistencia a las descargas profundas.