La geotermia es un sistema de calefacción y refrigeración que utiliza el calor del suelo para climatizar un edificio. Se basa en una bomba de calor que extrae calor del suelo y lo transfiere al interior del edificio durante el invierno, y viceversa en verano.
A una cierta profundidad en el subsuelo, se puede encontrar una temperatura estable durante todo el año. A partir de los 10 metros de profundidad, las temperaturas oscilan entre los 10 y 14 grados, y se estabilizan a medida que se profundiza.
Para aprovechar esta temperatura del suelo, se realizan perforaciones en el terreno para instalar las canalizaciones necesarias para el intercambio de temperaturas. Hay dos métodos comunes:
- La geotermia por superficie horizontal requiere un área determinada para las perforaciones y suele ser menos profunda. Sin embargo, el clima puede afectar la eficiencia del sistema, lo que significa que puede requerir más energía eléctrica para un rendimiento óptimo durante todo el año.
- La geotermia por superficie vertical, en cambio, requiere menos espacio, ya que las perforaciones se realizan verticalmente en el terreno. Aunque puede ser un poco más costosa que la opción horizontal, el clima no afecta directamente a su funcionamiento. Este sistema recoge una temperatura más alta del interior de la tierra y, por lo tanto, consume menos energía eléctrica.
La cantidad de metros de perforación necesarios puede variar según diversos factores, como la calidad del terreno, el clima de la ubicación y la potencia requerida de la bomba de calor. La vida útil de un pozo de geotermia puede variar entre 20 y 30 años, dependiendo de las características del terreno, pero puede ser más larga si se realiza un mantenimiento adecuado.